Por eso debemos prestar más atención al mensaje que escuchamos, no sea que vayamos a la deriva.
Miren cuán inflexible era la Ley entregada por los ángeles, pues toda falta o desobediencia recibÃa su castigo.
¿Cómo, pues, escaparemos nosotros, si despreciamos una salvación tan trascendente? El Señor mismo la proclamó primero, y luego la confirmaron aquellos que le oyeron.
Dios ha confirmado su testimonio con señales, prodigios y milagros de toda clase, sin hablar de los dones del EspÃritu que reparte como quiere.
En efecto, Dios no sometió a ángeles el mundo nuevo del cual estamos hablando.
pero el texto dice: por un momento lo hiciste más bajo que los ángeles. Esto se refiere a Jesús, que, como precio de su muerte dolorosa, ha sido coronado de gloria y honor. Fue una gracia de Dios que experimentara la muerte por todos.
Dios, del que viene todo y que actúa en todo, querÃa introducir en la Gloria a un gran número de hijos, y le pareció bien hacer perfecto por medio del sufrimiento al que se hacÃa cargo de la salvación de todos;