Los que están bajo el yugo de la esclavitud procuren ser muy respetuosos con sus amos, no sea que las crÃticas recaigan sobre el nombre de Dios y su doctrina.
Los que tienen amos cristianos no deben perderles el respeto bajo el pretexto de que son hermanos; al contrario, sÃrvanlos mejor, ya que los que reciben sus servicios son creyentes y hermanos queridos. Esto es lo que debes enseñar e inculcar.
es un ciego que no entiende nada. Ese padece la enfermedad de las discusiones y cuestiones inútiles, de donde proceden envidias, discordias, insultos, desconfianzas
y discusiones propias de los que tienen la mente pervertida. Están tan alejados de la verdad que para ellos la religión es un puro negocio.
Es verdad que la religión es un buen negocio, pero en otro sentido, si gracias a ella nos conformamos con lo que tenemos.
Pues al llegar al mundo no trajimos nada, y al dejarlo tampoco nos llevaremos nada.
Pero tú, hombre de Dios, huye de todo eso. Procura ser religioso y justo. Vive con fe y amor, constancia y bondad.
Pelea el buen combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado y por la que hiciste tu hermosa declaración de fe en presencia de numerosos testigos.
Ahora te doy una orden en presencia del Dios que da vida al universo entero, y de Cristo Jesús, que dio su magnÃfico testimonio ante Poncio Pilato:
Exige a los ricos que no sean arrogantes ni confÃen en las riquezas, que son siempre inseguras; que más bien confÃen en Dios, que nos proporciona todo generosamente para que lo disfrutemos.
Que practiquen el bien, que se hagan ricos en buenas obras, que den de buen corazón, que sepan compartir.
De esta forma amontonarán un capital sólido para el porvenir y conseguirán la vida verdadera.
Timoteo, conserva el depósito; evita las palabrerÃas inútiles y mundanas, asà como las discusiones procedentes de una falsa ciencia.