Mucho tiempo había transcurrido desde que Yavé dio paz a Israel en todas sus fronteras.
Josué, muy anciano y cargado de años, reunió a todo Israel, a sus ancianos, jefes, secretarios y jueces para decirles: Estoy ya muy viejo.
Ustedes han visto todo lo que Yavé ha hecho por ustedes con todas estas naciones y cómo él mismo ha peleado por nosotros.
Miren que les he repartido el territorio de todos los pueblos que destruí desde el Jordán hasta el mar Grande, como también el de esos pueblos que todavía permanecen.
Yavé, nuestro Dios, los seguirá rechazando ante ustedes y les quitará sus tierras para que las tengan ustedes, tal como Yavé se lo tiene prometido.
Por eso, sean muy valientes y tengan empeño en actuar en todo según está escrito en el libro de la Ley de Moisés, sin desviarse de ella por ningún lado.
No se mezclarán con esas naciones que subsisten entre ustedes. No invocarán a sus dioses ni jurarán por su nombre; no los servirán ni se agacharán ante ellos.
Manténgase más bien unidos a Yavé, nuestro Dios, como lo han hecho hasta el día de hoy.
Por eso Yavé ha desalojado ante ustedes a pueblos numerosos y poderosos; ninguno pudo resistirles hasta el presente.
Uno solo de ustedes perseguía a mil, pues Yavé, nuestro Dios, peleaba por ustedes, como se lo había prometido.
Así que tengan mucho cuidado: ustedes amarán a Yavé, su Dios.
Pero si se apartan de él y se unen al resto de estos pueblos que todavía quedan entre ustedes, si llegan a ser sus parientes y se mezclan con ellos,
sepan que Yavé no seguirá arrojando delante de ustedes a esos pueblos, sino que serán para ustedes un lazo y una trampa, un látigo en sus costados y espinas en sus ojos, hasta que hayan desaparecido de esta espléndida tierra que les ha dado Yavé, nuestro Dios.
Estando yo a punto de irme por el camino de toda criatura, les declaro: Reconozcan en su alma y conciencia que todas las promesas de Yavé, nuestro Dios, se cumplieron; ni una ha quedado sin efecto; ni una ha fallado.
Pero, de la misma manera que todas estas promesas de Yavé a favor nuestro se han cumplido, de igual modo mandará Yavé contra ustedes todos estos males con que los ha amenazado, hasta borrarlos de la magnífica tierra que les había dado.
Si ustedes rompen la alianza que Yavé, nuestro Dios, les ha prescrito; si siguen y sirven a dioses ajenos; si se inclinan ante ellos, el furor de Yavé se levantará contra ustedes y desaparecerán pronto de esta tierra fértil que les ha entregado.»