Pero les dijo: «DirÃjanse hacia los cerros para que no los sorprendan los que los andan persiguiendo. Permanezcan escondidos allà por tres dÃas, hasta que regresen ellos, y luego prosigan su camino.»
cuando entremos en este paÃs, tú colgarás esta cinta roja como señal en la ventana por donde hemos huido. Reúne en tu casa a tu padre, madre, hermanos y a todos tus parientes.
CuÃdate de revelar nuestro plan; si no, quedaremos desligados del juramento que nos has exigido.»
Rahab les dijo: «Asà sea.» Se despidió de ellos y colgó en la ventana la cinta roja.
Los hombres se dirigieron a los cerros y allà se escondieron por tres dÃas, hasta que sus perseguidores regresaron. Estos los habÃan buscado por todas partes sin hallarlos.