«Estás viejo y queda un extenso territorio por conquistar y repartir. A saber: toda Galilea, Filistea y Gesuri;
desde el rÃo Sijor frente a Egipto, hasta la frontera con Acarón hacia el norte, que es considerado como cananeo, los cinco prÃncipes de los filisteos: Gaza, Azoto, Ascalón, Gat, Acarón, y luego los jeveos del sur,
Canaán desde Ara de los Sidonios hasta Afec y los lÃmites con los amorreos.
Al oriente el territorio de los gueblitas y el del LÃbano, desde Baal Gad al pie del monte Hermón hasta entrar en Jamat,
Yazer y todas las ciudades de Galaad, con la mitad del paÃs de los amonitas hasta Aroer, ciudad fronteriza con Rabba;
desde MajanaÃm hasta Lodebar.
El valle de Betaram, Betnimra, Socot y Safón, restos del reino de Sijón, rey de Jesebón: la tierra se extiende entonces desde el Jordán hasta el mar de Quineret al este del Jordán.
Tal fue la herencia de los hijos de Gad según sus familias, con sus ciudades y aldeas.