Y el sol se detuvo y la luna se paró hasta que el pueblo hubo tomado desquite de sus enemigos. Asà está escrito en el Libro del Justo. El sol se detuvo en medio del cielo y no se apresuró a ponerse casi un dÃa entero.
Al anochecer descolgaron los cuerpos de los reyes y los arrojaron en la misma cueva donde estaban escondidos y la cerraron con piedras grandes que todavÃa se ven hoy allÃ.
La tomó, asà como a todos los pueblos que dependÃan de ella. Pasó a cuchillo a su rey y habitantes, consagrándolos en anatema, sin perdonar a nadie. Dabir y su rey recibieron el mismo castigo que Hebrón y Libna.