Pablo, apóstol,enviado no por los hombres ni por intervención de hombres, sino por Cristo Jesús y por Dios Padre que lo resucitó de entre los muertos;
yo y todos los hermanos que están conmigo saludamos a las Iglesias de Galacia.
Reciban gracia y paz de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor.
El se entregó por nuestros pecados para arrancarnos de nuestra mala condición presente, cumpliendo asà la voluntad de Dios nuestro Padre.
¿Con quien tratamos de conciliarnos?, ¿con los hombres o con Dios? ¿Acaso tenemos que agradar a los hombres? Si tratara de agradar a los hombres, ya no serÃa siervo de Cristo.