Likewise the Spirit also helpeth our infirmities: for we know not what we should pray for as we ought: but the Spirit itself maketh intercession for us with groanings which cannot be uttered.
Les decÃa que, al llegar a Macedonia, no tuve descanso alguno, sino más bien toda clase de dificultades; por fuera enfrentamientos, y por dentro temores.
Pero Dios, que consuela a los humildes, me confortó con la llegada de Tito.
ahora me alegro, no por su tristeza, sino porque esa tristeza los llevó al arrepentimiento. Esa tristeza venÃa de Dios, de manera que ningún mal les sobrevino por causa nuestra.
La tristeza que viene de Dios lleva al arrepentimiento y realiza una obra de salvación que no se perderá. Por el contario, la tristeza que inspira el mundo provoca muerte.
Yo mismo, al escribirles, no pensaba en el ofensor ni tampoco en el ofendido; más bien querÃa que ustedes tomaran conciencia ante Dios de la preocupación que tienen por mÃ.
Por eso me sentà confortado. Además de este consuelo, me alegró mucho ver a Tito tan contento de cómo ustedes lo tranquilizaron.