De hecho se habla de inmoralidad sexual entre ustedes, y de un caso tal que ni siquiera se da entre los paganos: uno de ustedes convive con su propia madrastra.
¡Y ustedes se sienten orgullosos! Más bien tendrÃan que estar de duelo y expulsar de entre ustedes a ese pecador.
Sepan que ya he juzgado al culpable como si estuviese presente, pues estoy ausente en cuerpo pero presente en espÃritu.
Reunidos ustedes y mi espÃritu, en el nombre de nuestro Señor Jesús y con su poder,
Echen fuera la vieja levadura y purifÃquense; ustedes han de ser una masa nueva, pues si Cristo es para nosotros la vÃctima pascual, ustedes son los panes sin levadura.
Entonces basta ya de vieja levadura, la levadura del mal y del vicio, y celebren la fiesta con el pan sin levadura, que es pureza y sinceridad.
En mi carta les decÃa que no tuvieran trato con la gente de mala conducta.
Por supuesto que no me referÃa a los no-cristianos que practican el libertinaje sexual, a los que quieren tener siempre más, a los que se aprovechan de los demás o a los que adoran a los Ãdolos. De ser asÃ, ustedes tendrÃan que salir de este mundo.
Yo les decÃa que no tuvieran trato con quienes, llamándose hermanos, se convierten en inmorales, explotadores, adoradores de Ãdolos, chismosos, borrachos o estafadores. Ni siquiera deben comer con ellos.