Be merciful unto me, O God, be merciful unto me: for my soul trusteth in thee: yea, in the shadow of thy wings will I make my refuge, until these calamities be overpast.
Como ustedes saben, el hombre viejo que está en nosotros ha sido crucificado con Cristo. Las fuerzas vivas del pecado han sido destruidas para que no sirvamos más al pecado.
Hemos muerto, ¿no es cierto? Entonces ya no le debemos nada.
El pecado ya no los volverá a dominar, pues no están bajo la Ley, sino bajo la gracia.
DÃganme: el hecho de que ya no estemos bajo la Ley sino bajo la gracia, ¿nos autoriza a pecar? Claro que no.
Si se entregan a alguien como esclavos, pasan a ser sus esclavos y obedecen sus órdenes, ¿no es as� Si ese dueño es el pecado, irán a la muerte, mientras que obedeciendo a la fe, alcanzarán una vida santa.
AsÃ, pues, demos gracias a Dios, porque antes tenÃan como dueño al pecado, pero han obedecido de todo corazón a esa doctrina a la cual se han entregado.
Y, liberados del pecado, se hicieron esclavos del camino de justicia.