But the God of all grace, who hath called us unto his eternal glory by Christ Jesus, after that ye have suffered a while, make you perfect, stablish, strengthen, settle you.
Justamente recibió el rito de la circuncisión, cuando aún no estaba circuncidado, como un sello o como una señal de que por su fe Dios lo habÃa puesto en un estado de justicia. De manera que Abrahán es el padre de todos los que creen sin haber sido circuncidados, y Dios se lo toma en cuenta para hacerlos justos y santos.
Es fácil ver que si Dios prometió a Abrahán, o más bien a su descendiente, que el mundo le pertenecerÃa, esto no tiene nada que ver con la Ley, sino con la manera de ser justo propia del creyente.
Abrahán es el padre de todos nosotros, como dice la Escritura: Te hago padre de muchas naciones. Y llegó a serlo cuando creyó en Aquel que da vida a los muertos y llama a lo que aún no existe como si ya existiera.
Abrahán creyó y esperó contra toda esperanza, llegando a ser padre de muchas naciones, según le habÃan dicho: ¡Mira cuán numerosos serán tus descendientes!
No vaciló en su fe, olvidando que su cuerpo ya no podÃa dar vida -tenÃa entonces unos cien años- y que su esposa Sara ya no podÃa tener hijos.
No dudó de la promesa de Dios ni dejó de creer; por el contrario, su fe le dio fuerzas y dio gloria a Dios,
plenamente convencido de que cuando Dios promete algo, tiene poder para cumplirlo.