No te harás Ãdolos, no te harás figura alguna de las cosas que hay arriba en el cielo o aquà debajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra.
No desearás la mujer de tu prójimo. No codiciarás la casa de tu prójimo, ni su campo, ni su servidor, ni su sirvienta, ni su buey, ni su burro, ni cosa alguna suya .
¡Ojalá que siempre tengan el mismo espÃritu, me teman y guarden todos mis preceptos!, pues entonces les irÃa bien a ellos y a sus hijos eternamente.
Ahora les vas a decir que vuelvan a sus tiendas de campaña.
Pero tú te quedarás conmigo, para que yo te diga todos los mandamientos, preceptos y leyes que habrás de enseñarles y asà los pongan en práctica en la tierra que yo quiero que sea suya .