El que fue capaz de decir a sus padres: «A ustedes no los conozco»; y no les hizo caso a sus hermanos e hijos. Están a cargo de tus palabras y cuidan de tu Alianza.
Ellos enseñan a Jacob tus decisiones, a Israel tu Ley. Hacen subir hacia ti el olor del incienso y ponen las ofrendas en tu altar.
Ellos llamarán a los pueblos a la montaña sagrada, ahà ofrecerán sacrificios justos, pues gozan de las riquezas del mar y los tesoros escondidos en la arena.
Dijo para Gad: ¡Bendito el que ensanche a Gad. Como leona se halla tumbado y desgarra el brazo y la cabeza!