But the God of all grace, who hath called us unto his eternal glory by Christ Jesus, after that ye have suffered a while, make you perfect, stablish, strengthen, settle you.
Nos adueñamos de todas sus ciudades, no hubo población que se nos escapara; nos apoderamos de sesenta ciudades: toda la comarca de Argob, del reino de Og, en Basán.
Todas eran ciudades fortificadas con muros altos, con puertas y trancas, sin contar los pueblos del campo, que eran innumerables.
Los consagramos en anatema, exterminando a aquella gente, como lo habÃamos hecho con Sijón, rey de Jesbón: acabamos con todas las ciudades, hombres, mujeres y niños.
Solamente guardamos los despojos de las ciudades y todo el ganado.
Nos hicimos, pues, dueños de la tierra de los dos reyes amorreos, el paÃs de Trasjordania, desde el torrente de Arnón hasta el monte Hermón
(los sidonios llaman Siryón al Hermón y los amorreos lo llaman Senir).
Y tomamos todas las ciudades de la meseta y toda la tierra de Galaad y de Basán hasta Selca y EdreÃ, ciudades del reino de Og, en Basán.
Og, rey de Basán, era el último superviviente de la raza de los gigantes. En Rabba, ciudad de los amonitas, se muestra su cama de hierro, la cual tiene cuatro metros cincuenta de largo y dos de ancho.