Likewise the Spirit also helpeth our infirmities: for we know not what we should pray for as we ought: but the Spirit itself maketh intercession for us with groanings which cannot be uttered.
¿Hay alguien entre ustedes que haya plantado una viña nueva y que todavÃa no ha podido disfrutar de ella? Vaya y regrese a su casa, no sea que muera en la guerra y otro pase a ser dueño de ella.
Dicho esto, añadirán todavÃa: «¿Hay aquà algún hombre que tenga miedo o al que falte el ánimo? Regrese inmediatamente a su casa para que no contagie con su miedo a sus hermanos.»
Cuando hayan terminado de hablar, los oficiales se pondrán al frente del pueblo.
Cuando te acerques a una ciudad para sitiarla, le propondrás la paz.
Si ella te la acepta y te abre las puertas, toda la gente que en ella se encuentre salvará su vida. Te pagarán impuestos y te servirán.
Si no acepta la paz que tú le propones y te declara la guerra, la sitiarás.