En marcha, partan. Ustedes entrarán en el territorio de los amorreos y en los territorios vecinos: la Arabá, la Montaña, la Tierra Baja, el Negueb y la costa del mar, es decir todo el paÃs de Canaán y el LÃbano, hasta el gran rÃo Eufrates.
Entonces di a los jueces las siguientes instrucciones: 'Ustedes atenderán las quejas de sus hermanos, y decidirán, sea que el pleito oponga un israelita a su hermano, o bien un israelita a uno de los extranjeros que viven en medio de nosotros.
Entonces todos ustedes se acercaron a mà y me dijeron: Manda mejor algunos hombres delante de nosotros para que exploren el paÃs y nos enseñen los caminos que llevan a las ciudades que podremos asaltar .
¿A dónde nos están llevando? Los mensajeros dicen que la gente de allá es más fuerte y más numerosa que nosotros; las ciudades son grandes y con murallas que llegan al cielo; incluso se han visto allà gigantes. Con esto se nos ha ido abajo el ánimo .
El, sin embargo, era quien habÃa ido delante de ustedes durante todo el viaje, enseñándoles los sitios donde debÃan levantar su campamento, señalándoles el camino, de noche con la columna de fuego y de dÃa con la nube.
Entonces los amorreos, habitantes de aquellos cerros, les salieron al encuentro, los persiguieron como hacen las abejas y los acuchillaron desde Seir hasta Jorma.