Through faith also Sara herself received strength to conceive seed, and was delivered of a child when she was past age, because she judged him faithful who had promised.
Jesús envió a dos discÃpulos con esta misión: «Vayan al pueblecito que está al frente, y allà encontrarán una burra atada con su burrito al lado. Desátenla y tráiganmela.
HabÃa muchÃsima gente; extendÃan sus mantos en el camino, o bien cortaban ramas de árboles, con las que cubrÃan el suelo.
Y el gentÃo que iba delante de Jesús, asà como los que le seguÃan, empezaron a gritar: «¡Hosanna al hijo de David! ¡Bendito sea el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en lo más alto de los cielos!»
Y la muchedumbre respondÃa: «¡Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea!»
Jesús entró en el Templo y echó fuera a todos los que vendÃan y compraban en el Templo. Derribó las mesas de los que cambiaban monedas y los puestos de los vendedores de palomas. Les dijo:
«Está escrito: Mi casa será llamada Casa de Oración. Pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones.»
Los sacerdotes principales y los maestros de la Ley vieron las cosas tan asombrosas que Jesús acababa de hacer y a los niños que clamaban en el Templo: «¡Hosanna al hijo de David!». Estaban furiosos
En seguida Jesús los dejó y salió de la ciudad en dirección a Betania, donde pasó la noche.
Al regresar a la ciudad, muy de mañana, Jesús sintió hambre.
Divisando una higuera cerca del camino, se acercó, pero no encontró más que hojas. Entonces dijo a la higuera: «¡Nunca jamás volverás a dar fruto!» Y al instante la higuera se secó.
Al ver esto, los discÃpulos se maravillaron: «¿Cómo pudo secarse la higuera, y tan rápido?»
Jesús les declaró: «En verdad les digo: si tienen tanta fe como para no vacilar, ustedes harán mucho más que secar una higuera. Ustedes dirán a ese cerro:
Jesús agregó: «Pero, dÃganme su parecer: Un hombre tenÃa dos hijos. Se acercó al primero para decirle: "Hijo, hoy tienes que ir a trabajar en la viña."
Luego el padre se acercó al segundo y le mandó lo mismo. Este respondió: "Ya voy, señor." Pero no fue.
Ahora bien, ¿cuál de los dos hizo lo que querÃa el padre?» Ellos contestaron: «El primero.» Entonces Jesús les dijo: «En verdad se lo digo: en el camino al Reino de los Cielos, los publicanos y las prostitutas andan mejor que ustedes.
Porque Juan vino a abrirles el camino derecho, y ustedes no le creyeron, mientras que los publicanos y las prostitutas le creyeron. Ustedes fueron testigos, pero ni con esto se arrepintieron y le creyeron.