Wherefore gird up the loins of your mind, be sober, and hope to the end for the grace that is to be brought unto you at the revelation of Jesus Christ;
Al oÃr la voz, los discÃpulos se echaron al suelo, llenos de miedo.
Pero Jesús se acercó, los tocó y les dijo: «Levántense, no tengan miedo.»
Ellos levantaron los ojos, pero ya no vieron a nadie más que a Jesús.
Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: «No hablen a nadie de esta visión hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos.»
Jesús les dijo: «Porque ustedes tienen poca fe. En verdad les digo: si tuvieran fe, del tamaño de un granito de mostaza, le dirÃan a este cerro: QuÃtate de ahà y ponte más allá, y el cerro obedecerÃa. Nada serÃa imposible para ustedes.
(Esta clase de demonios sólo se puede expulsar con la oración y el ayuno).»
Un dÃa, estando Jesús en Galilea con los apóstoles, les dijo: «El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres,
y le matarán. Pero resucitará al tercer dÃa.» Ellos se pusieron muy tristes.
Al volver a Cafarnaún, se acercaron a Pedro los que cobran el impuesto para el Templo. Le preguntaron: «El maestro de ustedes, ¿no paga el impuesto?»
Pedro contestó: «Los que no son de la familia.» Y Jesús le dijo: «Entonces los hijos no pagan.
Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, vete a la playa y echa el anzuelo. Al primer pez que pesques ábrele la boca, y hallarás en ella una moneda de plata. Tómala y paga por mà y por ti.»