Behold, what manner of love the Father hath bestowed upon us, that we should be called the sons of God: therefore the world knoweth us not, because it knew him not.
En el mes primero del segundo año de la salida de Egypto, Yavé habló a Moisés, en el desierto de Sinaí, y le dijo:
«Que los hijos de Israel celebren la Pascua a su tiempo.
La celebrarán por la noche del día catorce de este mes, con todos sus ritos y ceremonias.»
Moisés, pues, dijo a los hijos de Israel que celebraran la Pascua
y ellos la celebraron el día catorce del mes, al atardecer, en el desierto del Sinaí, tal como Yavé lo había ordenado a Moisés.
Pero sucedió que algunos hombres estaban impuros por haber tocado un cadáver humano y no pudieron celebrar la Pascua aquel día. Se presentaron a Moisés y Aarón el mismo día,
y les dijeron: «Estamos impuros por haber tocado un cadáver humano, ¡qué lástima que no podamos presentar la ofrenda a Yavé cuando los hijos de Israel la están celebrando!»
Moisés les contestó: «Esperen que yo escuche lo que manda Yavé respecto a ustedes.»
Yavé dijo a Moisés:
«Di a los hijos de Israel: Si uno de ustedes o de los descendientes de ustedes está impuro por haber tocado un cadáver, o está de viaje en tierra lejana, esto no le impedirá que celebre la Pascua de Yavé.
La celebrará el día catorce del segundo mes al atardecer. Comerán el cordero con panes ázimos y hierbas amargas,
y no dejarán nada de él para el otro día ni le quebrarán hueso alguno. Observarán todas las ceremonias de la Pascua.
En cambio el que, encontrándose puro y no estando de viaje deje de celebrar la Pascua, será eliminado de entre los suyos por no haber ofrecido a su tiempo la ofrenda de Yavé. Así pagará la pena de su pecado.
Si un extranjero que vive entre ustedes quiere celebrar la Pascua de Yavé, la celebrará según los preceptos y costumbres de la Pascua. El rito será el mismo para todos, tanto para el extranjero como para ustedes.
El día que se erigió la Morada, o sea, la Tienda de las Declaraciones divinas, la nube la cubrió.
Y desde la tarde hasta la mañana, se vio sobre la Morada algo como un resplandor de fuego.Y fue siempre así: de día la cubría la nube y, de noche, como un resplandor de fuego.
Cuando la nube se levantaba por encima de la Tienda, los hijos de Israel levantaban el campamento, y en el lugar donde se detenía la nube, allí acampaban de nuevo.
Los hijos de Israel partían a la orden de Yavé, y acampaban a la orden de Yavé; y quedaban acampados todo el tiempo que la nube se detenía sobre la Tienda.
Si la nube se detenía mucho tiempo, los hijos de Israel respetaban la orden de Yavé y no partían.
Lo mismo si la nube se detenía sólo algunos días sobre la Morada: a la orden de Yavé levantaban el campamento, y a la orden de Yavé acampaban.
Si la Nube estaba sobre la Tienda sólo desde el anochecer hasta la mañana siguiente y por la mañana se alzaba, ellos partían. Si estaba un día y una noche y luego se elevaba, partían.
Si, en cambio, se detenía sobre la Tienda dos días, o un mes o un año, reposando sobre ella, los hijos de Israel se quedaban en el campamento y no partían; pero, en cuanto se elevaba la nube, ellos partían.
A la orden de Yavé partían y a su orden acampaban, observando la decisión de Yavé, tal como la daba a Moisés.