«Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayan pasado el Jordán y entren en el paÃs de Canaán,
eliminarán delante de ustedes a todos los habitantes del paÃs. Destruirán sus estatuas de metal fundido, y arrasarán todos los santuarios en las lomas.
Entonces serán los dueños del paÃs, pues yo se lo he dado todo en posesión.
Lo repartirán entre las familias, echando suertes. A los más numerosos darán una parte mayor de la herencia, y a los menos numerosos, una parte menor. Donde le caiga a cada uno la suerte, allà será su propiedad. Harán el reparto por tribus paternas.