Toda la comunidad de Israel llegó el primer mes al desierto de Sin. El pueblo se instaló en Cadés, allí murió y fue enterrada Miriam.
No había agua para la comunidad y los Israelitas le echaron la culpa a Moisés y a Aarón.
Se encararon con Moisés y le dijeron: "¿Por qué no morimos mejor en presencia de Yavé como nuestros hermanos?
¿Por qué han traído a la comunidad de Yavé a este desierto para que muramos junto con nuestros animales?
¡Nos sacaron de Egipto para traernos a este lugar horrible! ¡No hay dónde sembrar, ni tampoco hay higueras, viñas ni granados y menos agua potable!
Moisés y Aarón se escaparon de en medio de la comunidad y se presentaron a la entrada de la Tienda de las Citas. Allí se pusieron con el rostro en tierra y se les apareció la Gloria de Yavé.
Yavé le dijo a Moisés:
"Toma tu varilla y junto con hermano Aarón reúne a toda la comunidad. Y a la vista de todos le dirás a la roca que dé agua. Harás que brote para ellos agua de la roca y se la darás a beber a la comunidad y a su ganado".
Moisés sacó la varilla que estaba ante Yavé tal como se le había ordenado.
Luego Moisés y Aarón reunieron a la comunidad frente a la roca y Moisés dijo: "¡Oigan, pues, rebeldes! ¿Así que nosotros vamos a hacer brotar para ustedes agua de esta roca?"
Moisés levantó su mano y golpeó dos veces la roca con su varilla. Entonces brotó agua en abundancia y tuvieron para beber la comunidad y su ganado.
Pero Yavé dijo a Moisés y Aarón: "¡Ustedes no han tenido confianza en mí! Ya que no me glorificaron ante los Israelitas, no harán entrar a esta comunidad en la tierra que les daré".
Esto pasó en las agua de Meriba; los Israelitas protestaron contra Yavé y él les manifestó su santidad.
Desde Cadés, Moisés mandó a decirle al rey de Edom: "Así habla tu hermano Israel. Tu sabes de todas las dificultades con que nos hemos topado.
Nuestros padres bajaron a Egipto y allí permanecieron por mucho tiempo, pero los egipcios nos maltrataron a nosotros y a nuestros padres.
Entonces clamamos a Yavé y él escuchó nuestro clamor: envió a un ángel que nos sacó de Egipto. Ahora estamos en Cadés, el oasis que colinda con tu país.
Déjanos atravesar tu territorio; no atravesaremos por tus campos ni por tus viñas, ni beberemos el agua de tus pozos. Iremos por el camino real sin apartarnos ni a la derecha ni a la izquierda, hasta el día en que hayamos atravesado tu país".
Edom respondió: "No pasarás por mi territorio, si lo haces saldré a tu encuentro con la espada en la mano".
Los Israelitas le dijeron: "Iremos por el camino y si bebemos de tu agua, nosotros y nuestros rebaños, te la pagaremos. Sólo dejaremos la huella de nuestros pies".
Edom respondió: "¡No pasarás!" Y avanzó contra Israel con mucha gente y un gran ejército.
Como Edom le impidió a Israel que atravesara por su territorio, Israel tuvo que dar un rodeo.
Partió de Cadés toda la comunidad de los Israelitas y llegaron al monte Hor.
Yavé le dijo a Moisés y Aarón cuando estaban en el monte Hor, en la frontera con Edom:
"Aarón tiene que ir a reunirse con sus padres, no entrará en el país que les daré a los israelitas, porque ustedes no siguieron mis órdenes en el oasis de Meriba.
Llévate contigo a Aarón y a su hijo Eleazar, y sube al monte Hor.
Allí le quitarás a Aarón sus vestiduras y se las pondrás a su hijo Eleazar, puesto que Aarón irá a reunirse con sus padres, allí morirá".
Moisés hizo lo que Yavé le había ordenado. Subieron el monte Hor a la vista de toda la comunidad.
Moisés le quitó sus vestiduras a Aarón y se las puso a Eleazar. Luego murió Aarón en la cumbre del monte y Moisés bajó del monte con Eleazar.
Toda la comunidad se informó que Aarón había muerto; todo el pueblo de Israel lloró a Aarón por treinta días.