En seguida el sacerdote lavará sus ropas, se bañará en agua, y regresará al campamento; el sacerdote quedará impuro hasta la tarde.
El que haya quemado la vaca lavará sus ropas en el agua y se bañará, quedará impuro hasta la tarde.
Un hombre puro recogerá las cenizas de la vaca y las pondrá fuera del campamento en un lugar puro. Allà se las conservará para hacer el agua de purificación que usará la comunidad de los israelitas para hacer la expiación.
El que haya recogido las cenizas de la vaca lavará sus ropas y quedará impuro hasta la tarde: es una ley perpetua tanto para los israelitas como para el extranjero que vive con ustedes.
El que toque a un muerto, a cualquier cadáver humano, quedará impuro durante siete dÃas.
Esta es la ley cuando un hombre muera en una tienda: Quienquiera que entre en la tienda quedará impuro durante siete dÃas igual que todo lo que hay en la tienda.
Cualquier tiesto abierto que no tenga una tapa amarrada, quedará impuro.
El que en el campo toque a alguien que haya muerto, o huesos humanos o una tumba, quedará impuro durante siete dÃas.
Para la purificación de esa persona, se tomará un poco de ceniza de la hoguera donde se hizo el sacrificio de expiación y se la vaciará en un vaso de agua.
Luego un hombre puro tomará una ramita de hisopo, la sumergerá en el agua y rociará la tienda y a todos los objetos y personas que haya en ella; se hará lo mismo con el que tocó los huesos, al muerto o la tumba.
Este será un rito perpetuo. El que rocÃe con el agua de purificación tendrá que lavar sus ropas, y el que haya sido tocado por esa agua quedará impuro hasta la tarde.
Todo lo que toque el impuro quedará impuro, y el que toque eso quedará impuro hasta la tarde.