De esta manera quedará perdonada tanto la comunidad de los israelitas como el extranjero que vive en medio de ellos, ya que el pueblo pecó por inadvertencia.
Si una persona peca sin darse cuenta, ofrecerá como reparación una cabrita de un año.
"Dirás esto a los israelitas: Háganse flecos en los bordes de sus vestidos, y esto de generación en generación. Pongan en los flecos un hilo de púrpura violeta.