Behold, what manner of love the Father hath bestowed upon us, that we should be called the sons of God: therefore the world knoweth us not, because it knew him not.
«Hazte dos trompetas de plata: las harás de plata batida. Te servirán para convocar a la comunidad y para dar la señal de levantar el campamento.
Cuando suenen las dos, se reunirá junto a ti toda la comunidad, a la entrada de la Tienda de las Citas.
En cambio, si se toca una sola, será para que los responsables, los jefes de mil, se reúnan contigo.
Cuando se toque con estrépito, partirán los que acampan al oriente.
Cuando se toque con estrépito por segunda vez, partirán los que acampan al mediodía. Se tocará con estrépito para dar la señal de partir;
en cambio cuando quieras congregar al pueblo, el sonido de las trompetas será sencillo y sin redoble.
Los sacerdotes, hijos de Aarón, tocarán las trompetas: ésta es una ley para ustedes y para sus descendientes.
Cuando ya estén en su tierra y salgan a combatir al enemigo que les trae la guerra, ustedes tocarán las trompetas con estrépito; así se acordará Yavé, Dios de ustedes, y los librará de sus enemigos.
En los días de alegría, en las fiestas y en las lunas nuevas, ustedes tocarán las trompetas durante el ofrecimiento de los holocaustos y sacrificios de comunión. Así harán que su Dios se acuerde de ustedes. Yo soy Yavé, Dios de ustedes.»
El día veinte del segundo mes del año segundo se levantó la Nube de encima de la Morada del Testimonio,
y los hijos de Israel partieron del desierto de Sinaí caminando por etapas. La Nube se detuvo en el desierto de Parán.
Partieron entonces por primera vez según la orden de Yavé transmitida por Moisés.
La bandera del campamento de la tribu de Judá partió en primer lugar, por cuerpos de ejército.
Al frente de la tropa de Judá iba Najasón, hijo de Aminadab; al frente de la tribu de los hijos de Isacar (en formación) Natanael, hijo de Suar;
al frente de la tribu de los hijos de Zabulón (en formación) Eliab, hijo de Helón.
Entonces fue desmontada la Morada y partieron los hijos de Guersón y los de Merarí, llevándola.
Partió luego la bandera del campamento de Rubén, por cuerpos de ejército. Al frente de la tropa de Rubén iba Elisur, hijo de Sedeur;
al frente de la tribu de los hijos de Simeón (en formación) Selemiel, hijo de Surisadday;
al frente de la tribu de los hijos de Gad (en formación) Elyasaf, hijo de Duel.
Tras éstos caminaron los quehatitas, llevando en hombros las cosas santas; así se armaba la Morada antes de que ellos llegaran.
Partió luego la bandera del campamento de la tribu de Efraím por cuerpos de ejército; al frente de la tropa de Efraím iba Elisamá, hijo de Ammiud.
Al frente de los hijos de Manasés (en formación) Gamaliel, hijo de Pedasur;
al frente de la tribu de los hijos de Benjamín (en formación) Abidán, hijo de Guedeoní.
Luego, cerrando la marcha de todos los campamentos, partió la bandera del campamento de los hijos de Dan, por cuerpos de ejército. Al frente de la tropa de Dan iba Abiezer, hijo de Amisadday;
al frente de la tribu de los hijos de Aser (en formación) Pagiel, hijo de Ocrón;
al frente de la tribu de los hijos de Neftalí (en formación) Ajirá, hijo de Enan.
Este fue el orden de marcha de los hijos de Israel repartidos en cuerpos de ejército. Y así partieron.
Moisés dijo a Jobab, hijo de Raguel el madianita, su suegro: "Nosotros partimos para el lugar que Yavé nos prometió que nos daría: ¡ven pues con nosotros! Te trataremos bien porque Yavé prometió que le haría el bien a Israel".
Jobab le respondió: "No iré con ustedes sino que volveré a mi país donde mi familia".
Moisés le replicó: "¡Por favor, no nos dejes! Tú conoces los lugares donde tendremos que acampar en el desierto, tú serás nuestro ojo!
Si vienes con nosotros, tendrás tu parte en todos los favores que Dios nos haga.
Saliendo de la montaña de Yavé, caminaron tres días, y durante esos tres días de marcha, el Arca de la Alianza iba delante de ellos para ubicarles un lugar donde descansar.
La nube de Yavé estaba encima de ellos durante el día, cuando levantaban el campamento.
Cuando el Arca partía, Moisés decía: "¡Levántate, Yavé! ¡Que se dispersen tus enemigos, que huyan ante ti los que te odian!"
Y cuando se detenía, decía: "¡Vuélvete Yavé a las miríadas de Israel!"