El pecado de EfraÃm y la malicia de Samaria han quedado de manifiesto, pues no actuaron con sinceridad. En la casa entra el ladrón, en los caminos asalta la pandilla.
Ellos no se fijan que tengo presente su maldad. Ahora mismo sus obras están delante de mà acusándolos.
Entusiasman al rey con su astucia, y a los cortesanos, con sus mentiras.
Todos están ardiendo de pasión, calientes como un horno que ha dejado encendido el panadero mientras amasa y espera que la masa se levante.
cuando se acercan. Pero sus corazones se van enardeciendo en su conspiración como un horno; toda la noche está en calma, pero a la mañana arde como una llama de fuego.
Todos se enardecen como un horno y devoran a sus gobernantes. Asà han perecido todos sus reyes sin que ninguno de ellos me pidiera auxilios.
EfraÃm irá a ablandarse en tierra extranjera. EfraÃm es una tortilla que se ha quemado por un solo lado.
Se lamentan en sus lechos, pero no se acuerdan de invocarme sinceramente; se asustan porque les va a faltar el trigo o el vino, pero continuan alejados de mÃ.
Cuando les daba la fuerza, maquinaban contra mÃ.
Prefieren lo que es malo y son como un arco que no apunta. Sus jefes morirán acuchillados por haber proferido tantas injurias, y en Egipto se reirán de ellos.