que cometÃan cuando hacÃan entrar a extranjeros incircuncisos de corazón y de carne. Entraban en mi santuario y lo profanaban cuando ustedes me ofrecÃan mi comida de grasa y de sangre. Ustedes rompieron mi alianza con todos esos horrores, al encargarles el servicio de mi santuario. Y ahora,
En cuanto a los levitas que se alejaron de mà cuando Israel me dejó para seguir a sus Ãdolos, cargarán con el peso de su pecado.
En mi santuario serán los encargados de la vigilancia de las puertas del Templo y mantendrán el servicio de la Casa. Degollarán los animales para el holocausto y el sacrificio por el pueblo, estarán a disposición del pueblo para el culto.
No serán más contados entre los sacerdotes que se acercan a mà y tocan las cosas santas o santÃsimas; quedarán descalificados debido a los horrores cometidos.
Entrarán a mi santuario y se aproximarán a mi mesa para servirme; tendrán a su cargo mi culto.
Cuando franqueen las puertas del patio interior, se revestirán de ropas de lino; no se pondrán nada de lana cuando cumplan con su servicio en el patio interior ( ).
Tendrán turbantes de lino en la cabeza y calzoncillos de lino en las entrepiernas, no se pondrán nada que los haga traspirar.
Cuando salgan donde está el pueblo en el patio exterior, se sacarán las vestimentas con que celebraron el culto; las dejarán en las salas santas y se pondrán otra ropa para que el pueblo no entre en contacto con sus vestimentas sagradas.
No se raparán la cabeza, no tendán el cabello largo, sino que se lo cortarán como corresponde.
Ningún sacerdote tomará vino antes de entrar al patio interior.
Los sacerdotes no se casarán con viudas (salvo una viuda de sacerdote) ni con mujeres repudiadas, sino sólo con vÃrgenes de la raza de Israel.
Le enseñarán a mi pueblo la diferencia entre lo sagrado y lo profano, entre lo puro y lo impuro.
Tendrán autoridad para juzgar en los procesos, juzgarán según mis reglas, observarán mis leyes y mis mandamientos en todo lo concerniente a las fiestas, y santificarán mis sábados.
No se acercarán a un muerto para no quedar impuros. Sin embargo, si se trata de su padre, de su madre, de un hijo o de una hija, de un hermano o de una hermana todavÃa virgen, podrán quedar impuros.
Cuando uno de ellos tenga que purificarse, se contarán siete dÃas,
Esta será su herencia. Yo soy su herencia, y ustedes no les darán posesión alguna en Israel porque yo soy su posesión.
Las vÃctimas que se ofrecen por el pecado o como reparación, y todo lo que es considerado anatema en Israel será para ellos.
Los sacerdotes recibirán las primicias de todos los primores y todo lo que sea descontado de lo que ustedes hayan descontado; las primicias de sus harinas serán para el sacerdote y gracias a eso vendrá la bendición sobre la casa de Israel.
Los sacerdotes no comerán ningún animal reventado o desgarrado, sea ave o cuadrúpedo.