But they that wait upon the LORD shall renew their strength; they shall mount up with wings as eagles; they shall run, and not be weary; and they shall walk, and not faint.
Mediante visiones divinas, me condujo al paÃs de Israel y me depositó en una montaña muy alta. En la ladera me pareció ver las construcciones de una ciudad.
Me llevó para allá y vi a la entrada a un hombre que parecÃa de bronce; en su mano tenÃa un cordel de lino y una vara para medir.
Ese hombre me dijo: Hijo de hombre, mira bien, escucha con todos tus oÃdos y pon mucha atención a todo lo que te voy a mostrar, pues para eso te he traÃdo hasta acá; todo lo que veas se lo comunicarás a la casa de Israel.
Un muro, alrededor de toda la Casa, la separaba del exterior. El hombre tenÃa en la mano una vara para medir que llegaba a los seis codos de largo. Midió esa construcción: una vara de espesor y otra de alto.
El hombre se acercó luego al pórtico que mira al oriente, subió los peldaños y midió el umbral del pórtico; medÃa una vara de profundidad.
Cada una de las piezas medÃa una vara de largo y otra de ancho, los pilares que separaban a las piezas tenÃan cinco codos de espesor.
El umbral del pórtico que miraba al oriente, al lado del vestÃbulo, tenÃa una vara de profundidad.
El hombre midió entonces el vestÃbulo del pórtico, que daba al interior: ocho codos; su pilar medÃa dos.
Me hizo entrar al patio interior; allà se habÃan dispuesto treinta salas y un embaldosado daba la vuelta al patio.
Ese embaldosado se ajustaba a la profundidad de los pórticos; era el embaldosado interior.
Desde la fachada de la puerta interior hasta el exterior habÃa cien codos. Esto era para el este. Al norte,
midió el largo y ancho del pórtico que daba al patio exterior.
Las seis piezas repartidas a ambos lados, los pilares y el vestÃbulo tenÃan las mismas dimensiones que en el primer pórtico; su largo era de cincuenta codos y su profundidad, de veinticinco.
Las ventanas, el vestÃbulo y las palmas tenÃan la misma dirección que las del pórtico del este; se llegaba a ellas por siete escalones y el vestÃbulo daba al interior.
El patio interior tenÃa una puerta hacia el pórtico del norte, semejante a la que miraba al este; el hombre midió de una puerta a la otra y registró cien codos.
Me condujo entonces al sur, y en el sur habÃa un pórtico; midió sus pilares y vestÃbulo: tenÃan las mismas dimensiones.
El pórtico, el vestÃbulo y las ventanas en derredor eran semejantes, el ancho del pórtico era de cincuenta codos y su profundidad, de veinticinco.
Se llegaba al vestÃbulo por siete peldaños, palmas decoraban los pilares de un extremo al otro.
El patio interior tenÃa una puerta que daba al pórtico del sur; medÃa cien codos de una puerta a otra.
Me llevó al patio interior por el pórtico sur y midió ese pórtico; tenÃa las mismas dimensiones que los otros.
Sus piezas, sus pilares y su vestÃbulo tenÃan las mismas dimensiones; el pórtico y su vestÃbulo tenÃan ventanas a su alrededor, el largo del pórtico era de cincuenta codos y su ancho de veinticinco.
Lo rodeaban vestÃbulos de veinte codos de largo y cinco de ancho.
Me llevó al patio interior por el este, y midió el pórtico; tenÃa las mismas dimensiones que los otros.
Sus piezas, sus pilares y su vestÃbulo tenÃan las mismas dimensiones, el pórtico y su vestÃbulo tenÃan ventanas en su derredor. Su ancho era de cincuenta codos y su profundidad de veinticinco.
Una sala desembocaba en el vestÃbulo de la puerta; allà se lavaban las vÃctimas para el holocausto.
En el vestÃbulo de la puerta habÃa dos mesas a un lado y dos al otro para degollar las vÃctimas para el holocausto, las vÃctimas por el pecado o como reparación.
En el exterior, saliendo del norte, habÃa dos meses a un lado y dos al otro.
De ese modo habÃa cuatro mesas en el interior y cuatro en el exterior de la puerta, o sea ocho mesas sobre las cuales se degollaban las vÃctimas.
Las cuatro mesas para el holocausto eran de piedra tallada de un codo y medio de largo, de uno y medio de ancho y uno de alto. En las meses se colocaban los instrumentos con los que se degollaban las vÃctimas para los holocaustos y los diversos sacrificios;
esas mesas en las que se ponÃa la carne de los sacrificios tenÃa un borde sobresaliente de una palma de ancho en todo el derredor.
Me hizo entrar en el patio interior. HabÃa allà dos salas, una en dirección a la fachada sur del pórtico norte, y otra hacia la fachada norte del pórtico sur.
El hombre me dijo: "La sala que mira al sur está destinada a los sacerdotes que prestan servicios en la Casa.
Midió el patio, era cuadrado, de cien codos de largo y cien de ancho. El altar estaba frente a la Casa.
Me hizo entrar en el vestÃbulo de la Casa y midió sus pilares, cinco codos tanto a un lado como al otro. El ancho de la puerta era de catorce codos, y sus lados, de tres codos.