Se alimentan de leche, se visten con lana, sacrifican los animales gordos, pero no se preocupan de sus ovejas.
No han reanimado a la oveja agotada, no se han preocupado de la que estaba enferma, ni curado a la que estaba herida, ni han traÃdo de vuelta a la que estaba extraviada ni buscado a la que estaba perdida. Y a las que eran fuertes, las han conducido en base al terror.
Sin pastores, mis ovejas se han dispersado: siendo asà presa fácil de las fieras salvajes.
Mi rebaño se dispersó por las montañas y colinas; el resto está disperso por todo el paÃs, y nadie se preocupa o sale en su búsqueda.