Pasará a espada a las ciudades que están en tierra firme, cavará en su derredor trincheras, construirá terraplenes y levantará un muro de defensa, echará abajo tus fortificaciones a fuerza de arietes y demolerá tus torres con sus máquinas de asalto.
Entrará por las puertas en la ciudad tomada por asalto, las patas de sus caballos te cubrirán de polvo, el estruendo de los animales de tiro, de las carretas y de los carros hará temblar tus fortificaciones,
los cascos de tus caballos resonarán en tus baldosas. Matarán a tu pueblo a filo de espada y tus columnas de piedra serán echadas al suelo.
Se apoderarán de tus riquezas, saquearán los frutos de tu trabajo, tus fortificaciones serán derribadas y tus hermosas mansiones, demolidas: arrojarán al mar las piedras junto con la madera y los escombros.
Entonces descenderán de sus tronos todos los prÃncipes, se quitarán su manto y dejarán su traje de fiesta. Se pondrán ropa de luto y se sentarán en el suelo. Se sentirán impactados por el estupor al pensar en ti y se quedarán temblando.
Entonces cantarán por ti este canto fúnebre: ¿Dónde está la ciudad famosa a la que sus habitantes daban tanto prestigio?