Likewise the Spirit also helpeth our infirmities: for we know not what we should pray for as we ought: but the Spirit itself maketh intercession for us with groanings which cannot be uttered.
SÃ, quiero que desaparezcan de ti tanto el justo como el malvado; para eso sale mi espada de su vaina, para castigar a todo mortal, desde el sur al norte.
Y tú, hijo de hombre, profetiza y aplaude con fuerza. Que la espada pase tres veces, la espada que traspasa a sus vÃctimas, la gran espada que masacra y que pasa por entremedio de ellos.
Todos se asustarán y muchos morirán, porque en todas las puertas he puesto la espada para la masacre; lanza destellos, reluce para la masacre.
¡Mata a diestra y siniestra, mata en todas partes!
El rey de Babilonia se detuvo en el cruce de caminos, se ve la suerte, sacude las flechas, interroga a los Ãdolos, examina el hÃgado de los animales.
Te apoyas en falsas visiones, en señales mentirosas; serás condenado a la espada y echado junto con los malvados masacrados: llegó la hora, la injusticia llegó a su fin.
Regresa a tu casa, deja esas tierras, quiero juzgarte ahà mismo donde fuiste creado, en la tierra donde naciste.