Likewise the Spirit also helpeth our infirmities: for we know not what we should pray for as we ought: but the Spirit itself maketh intercession for us with groanings which cannot be uttered.
Sus alas estaban desplegadas hacia arriba; cada uno tenÃa dos alas que se juntaban con las de sus compañeros, y dos alas que le cubrÃan el cuerpo.
Cada uno de ellos iba derecho siguiendo una de sus caras, iban hacia donde el espÃritu los empujaba y al caminar no se daban vuelta.
Entre los seres habÃa como carbones ardientes: se dirÃa que habÃa un baile de antorchas entre esos seres; el fuego iluminaba, y del fuego surgÃan relámpagos.
Esos seres iban y venÃan como el relámpago.
Al mirar bien a esos seres, vi que, en el suelo, habÃa una rueda al lado de cada uno de ellos.
Esas ruedas centelleaban como piedras preciosas, y las cuatro tenÃan la misma forma. Cada rueda era doble: parecÃa como dos ruedas entrecruzadas.
De ese modo podÃan avanzar en las cuatro direcciones, sin tener que dar vuelta.
TenÃan una llanta muy grande y de aspecto aterrador, porque las cuatro tenÃan ojos por todo el derredor.
Por encima de los seres se veÃa una como plataforma de cristal resplandeciente;
bajo la plataforma sus alas se erguÃan paralelas unas a otras .
OÃ entonces el ruido de sus alas, como el ruido de aguas caudalosas, como la voz del Dios Todopoderoso. Cuando caminaban se sentÃa un ruido como de tempestad, como el estruendo de una multitud; cuando se detenÃan replegaban sus alas.
Un ruido se oÃa desde la plataforma que estaba encima de sus cabezas.