tampoco segarás los rebrotes de la última cosecha, ni vendimiarás los racimos de tu viña sin cultivar: será un año de descanso completo para la tierra.
Lo que produzca naturalmente la tierra durante su descanso, servirá de comida a ti, a tu siervo y a tu sierva, a tu jornalero y al extranjero que vive junto a ti.
El año cincuenta será para ustedes un año santo, un año en que proclamarán una amnistÃa para todos los habitantes del paÃs. Será para ustedes el Jubileo. Los que habÃan tenido que empeñar su propiedad, la recobrarán. Los esclavos regresarán a su familia.
Este año cincuenta será para ustedes el Jubileo. No sembrarán ni segarán los rebrotes, ni vendimiarán la viña sin cultivar,
pues es año jubilar. Será para ustedes un año santo en que comerán de lo que el campo produce por sà solo.
Este año jubilar, cada uno volverá a su propiedad.
Por eso, si venden o compran algo a tu prójimo, no lo engañen:
Por tanto, en todo el territorio que ustedes ocupan, las tierras conservarán el derecho de rescate.
Si tu hermano pasa necesidad y se ve obligado a venderte su propiedad, su pariente más cercano podrá rescatar lo vendido por su pariente.
Si alguno no tiene quien le rescate su propiedad, pero tiene por sà solo recursos suficientes para rescatarla,
ustedes contarán los años pasados desde la venta y se dará al comprador la cantidad correspondiente al tiempo que falta; y volverá a su propiedad.
Si no halla lo suficiente para recuperarla, lo vendido quedará en poder del comprador hasta el año del jubileo; entonces la tierra quedará libre y volverá al que la vendió.
En cambio, el que venda una casa ubicada en una ciudad con murallas, tendrá un año para rescatarla a partir de su venta; su derecho de rescate no vale más que un tiempo.
De no ser rescatada dentro del año, una casa ubicada en una ciudad con murallas quedará para siempre para el comprador y sus descendientes: no se la quitarán en el jubileo.
Pero las casas de las aldeas sin murallas serán tratadas como los campos; hay derecho de rescate para ellas y en el año del jubileo volverán al vendedor.
Aun cuando no se rescate una casa ubicada en una ciudad de los levitas, lo vendido quedará libre en el jubileo; porque las casas de las ciudades de los levitas son su propiedad en medio de los hijos de Israel.
Tampoco pueden venderse los campos que rodean sus ciudades, pues son su propiedad para siempre.
Contará con su comprador los años desde que se vendió hasta el año del jubileo, y el precio se calculará en proporción de los años, valorando sus dÃas de trabajo como los de un jornalero.
Si faltan todavÃa muchos, devolverá en proporción a ellos, tomando como base el precio de venta.
Si faltan pocos años para el jubileo, se le calculará en proporción a ellos.
Estará en casa de su patrón, año tras año, como quien trabaja a jornal. No permitas que se le trate con dureza ante tus ojos.