«Di a los israelitas: Cuando hayan entrado en la tierra que yo les doy, y ya hagan cosechas, llevarán al sacerdote la primera gavilla, o sea, las primicias de su cosecha;
Ustedes no comerán pan ni granos, tostados o tiernos, hasta el dÃa en que presenten la ofrenda a su Dios. Este será un rito perpetuo, de generación en generación dondequiera que vivan.
Este mismo dÃa convocarán una asamblea santa; no harán ningún trabajo de trabajador. Es ley perpetua para sus descendientes, dondequiera que habiten.
No harán, pues, trabajo alguno, es un decreto perpetuo, de generación en generación, dondequiera que habiten.
Este será para ustedes el más grande de los sábados, en el que harán penitencia. El dÃa nueve del mes por la tarde y hasta la tarde del dÃa siguiente observarán el sábado.»