Me habÃa enojado con mi pueblo y habÃa rechazado a los mÃos. Los habÃa entregado a tus manos, pero tú no tuviste compasión y, sobre el anciano, hiciste caer tu yugo aplastante.
Estas dos desgracias te sucederán de un golpe, en el mismo dÃa: quedarás viuda y sin hijos. Esta será tu suerte, a pesar de tus muchos encantamientos y del poder de tus brujerÃas.
Te sentÃas segura en tu maldad, y decÃas: «Nadie me ve.» Tu sabidurÃa y tu ciencia se te subieron a la cabeza. hasta tal punto que pensabas: «Yo y nadie más.»
Pero te va a ocurrir una desgracia que no podrás evitar, una calamidad caerá sobre ti, y no podrás hacerle el quite. De repente te va a pasar algo muy grave, en lo que no pensabas.
Te cansas con tantos consejos. Que se presenten y que te salven los que describen los cielos y observan las estrellas, y te dan a conocer, cada mes, lo que te sucederá.
Serán todos como paja que devora el fuego, ninguno de ellos podrá salvarse de las llamas. -y no serán brasas para el pan, o brasero para calentarse.
En esto vendrán a parar tus magos, por los cuales tanto te has preocupado desde tu juventud; se irán corriendo uno tras otro y no podrán salvarte.