But the God of all grace, who hath called us unto his eternal glory by Christ Jesus, after that ye have suffered a while, make you perfect, stablish, strengthen, settle you.
No se asusten ni tengan miedo: ¿no es cierto que se lo habÃa anunciado desde hace tiempo? Ustedes ahora son mis testigos: ¿hay acaso otro Dios fuera de mÃ? ¡No! no existe otra Roca que yo sepa»
Los que se dedican a tallar estatuas de dioses no son nada por muchos que sean, y esas obras a las que quieren no sirven para nada. Sus partidarios no ven ni entienden nada, pero al fin se decepcionarán.
¿Cómo se les ocurre fabricar un dios o fundir una estatua que de nada sirve?
Todos sus cómplices llevarán un chasco, y esos artesanos se pondrán colorados. Que se reúnan todos y se presenten. Verán cómo sentirán, al mismo tiempo, miedo y vergüenza.
El herrero trabaja con la fragua y a martillazos da forma a su obra; la trabaja con la fuerza de sus brazos. Siente hambre y se cansa y se agota.
El escultor mide la madera, dibuja a lápiz la figura, la trabaja con el cincel y le aplica el compás. Lo hace siguiendo las medidas del cuerpo humano, y con cara de hombre, para ponerlo en un templo.
Para esto tuvo que escoger un cedro o un roble entre los árboles del bosque, o bien plantó un laurel que la lluvia hizo crecer.
Echa la mitad al fuego, pone a asar la carne sobre las brasas, y cuando está listo, se come el asado hasta quedar satisfecho. Al mismo tiempo, se calienta y dice: «Me caliento mientras miro las llamas.»
No saben ni entienden. Sus ojos están tapados y no ven; su inteligencia no se da a la razón.
No reflexionan ni son capaces de pensar o entender y decirse: «He echado la mitad al fuego, he puesto a cocer el pan sobre las brasas, he asado la carne que me comÃ, ¿y con lo que sobra voy a hacer esta tonterÃa? ¿Y me voy a agachar ante un trozo de madera?»