De la misma manera conducirá el rey de Asur a los cautivos de Egipto y a los desterrados de EtiopÃa. Jóvenes o viejos, los llevará desnudos, sin zapatos y con las nalgas al aire.»
Entonces habrá susto y vergüenza para quienes confiaban en EtiopÃa y se sentÃan seguros por Egipto.
Los habitantes de estas costas temblarán y dirán: «¡Miren lo que le ha ocurrido a aquel en quien confiábamos, y a quien acudÃamos en busca de protección, para vernos seguros y libres del rey de Asiria! Y ahora, ¿cómo nos vamos a salvar nosotros?»