No seas celoso de la mujer que amas: podrÃa nacer en ella la tentación de engañarte.
No te entregues en las manos de una mujer hasta el punto que te domine.
No te acerques a una mujer de mala reputación: podrÃas caer en sus redes.
No te entretengas con una cantadora: harÃa que cayeras en su trampa.
No fijes tu mirada en una jovencita: podrÃas condenarte con ella.
No caigas en los brazos de una prostituta: podrÃas perder con ella todo lo que tienes.
No mires para todas partes en las calles de la ciudad, ni te entretengas en rincones solitarios.
Aparta tus ojos de una mujer hermosa; no te quedes mirando a una belleza desconocida. La belleza de una mujer ha hecho caer a muchos; ella basta para encender la pasión.
No te sientes a la mesa con una mujer casada para tomar vino con ella, no sea que se despierte en ti el deseo y que la pasión te haga ceder y caer.