But the God of all grace, who hath called us unto his eternal glory by Christ Jesus, after that ye have suffered a while, make you perfect, stablish, strengthen, settle you.
Quien multiplica los juramentos acumula las transgresiones: el castigo no se alejará de su casa. Si falta a ellos por negligencia, ya pecó; si lo hace conscientemente, es doble pecado. El que hizo un juramento falso no será perdonado: su casa se llenará de desgracias
Hay conversaciones que merecen la muerte: son inaceptables entre los descendientes de Jacob. Los verdaderos fieles se abstienten de ellas y no se revuelcan en el pecado.
No acostumbres tu boca a las groserÃas: serÃa pecar con palabras.
El hombre que está acostumbrado a insultar no se corregirá en toda su vida.
Dos clases de hombres multiplican los pecados, y una tercera provoca la cólera del Señor:
La pasión que quema como un fuego ardiente no se apagará antes de ser satisfecha. El hombre que comete la impureza en su cuerpo no se detendrá hasta que ese fuego lo devore. Para el hombre impúdico cualquier satisfacción es buena, no se calmará hasta que muera.
¡Sólo teme la mirada de los hombres, olvidándose de los ojos del Señor que son mil veces más luminosos que el sol, que observan todas nuestras acciones y que penetran hasta en los lugares más secretos!
Tiene presente a todas las cosas antes de crearlas, y lo estarán aún cuando desaparezcan.
Tal hombre será pillado donde menos se lo piense, y será castigado en la plaza.
Lo mismo le ocurrirá a la mujer que engaña a su marido y le da un heredero concebido de un extraño.
En primer lugar desobedeció a la ley del AltÃsimo, luego pecó contra su marido, y en tercer lugar se manchó con un adulterio, teniendo hijos de un extraño.
Esa mujer será llevada ante la asamblea y se investigará el asunto.
Sus hijos serán plantas sin raÃces, sus ramas no producirán frutos.
El nombre de su madre pasará a ser un insulto, y nunca se borrará su vergüenza.
Asà los demás sabrán que lo único que vale es el temor del Señor, y que nada es más dulce que cumplir sus mandamientos.