No reprendas antes de informarte; comienza por examinar y luego haz los reproches.
No respondas antes de haber escuchado, ni interrumpas al que habla.
No te metas en lo que no te incumbe, ni tomes partido en querellas de pecadores.
Hijo mÃo, no emprendas muchas cosas a la vez; si son demasiadas, te perjudicarás; aunque corras, no las conseguirás y no podrás librarte más de ellas.
Los saca de su abatimiento y les hace levantar la cabeza, a tal punto que muchos se maravillan de ello.
Prosperidad y mala suerte, vida y muerte, pobreza y riqueza, todo viene del Señor.
Los que son fieles pueden contar con la generosidad del Señor, su benevolencia los guiará siempre.
Piensa en la suerte de un hombre que se ha enriquecido a fuerza de cálculos y de economÃas.
A lo mejor se dice a sà mismo: "Tengo bien ganado el descanso, ya puedo vivir con lo que he adquirido". Pero no sabe el tiempo que le queda, morirá y se lo dejará todo a otros.