Aparta de mà tus ojos, porque me cautivan. Tus cabellos son como rebaño de cabras que ondulan por las pendientes de Galaad.
Tus dientes son como rebaño de ovejas que acaban de bañarse, cada una tiene su melliza y ninguna y ninguna la ha perdido.
Tus mejillas, son las mitades de una granada detrás de tu velo.
Las reinas son sesenta, ochenta las concubinas, y las jóvenes son innumerables,
pero una sola es mi paloma, mi toda perfecta. Ella es la hija única de su madre, la preferida de la que la engendró. Las jóvenes que la ven la felicitan, reinas y concubinas la alaban. Coro: