BibleAll
Home
Bible
Parallel Reading
About
Contact
Login
Verse of the Day
The LORD is my shepherd; I shall not want.
Psalm: 23:1
King James Versions
Tamil Bible
Alkitab Bible
American Standard Version
Bible Latinoamericana Spanish
Biblia Ave Maria
Biblia Cornilescu Română
Biblia Cristiana en Espaคol
Bกblia da Mulher Catขlica
Elberfelder Bible
Hebrew Bible (Tanakh)
Hindi Bible
Holy Bible in Arabic
Holy Bible KJV Apocrypha
Italian Riveduta Bible
La Bible Palore Vivante
La Bible Darby Francis
La Biblia Moderna en Espaคol
La Biblia NTV en Espaคol
Magandang Balita Biblia libre
Malayalam Bible
Marathi Bible
Tagalog Bible
Telugu Bible
The Holy Bible in Spanish
The Holy Bible RSV
The Vietnamese Bible
Urdu Bible
Zulu Bible Offline
Библия. Синодальный перевод
Punjabi Bible
Korean Bible
Select Book Name
Génesis
Exodo
Levítico
Números
Deuteronomio
Josué
Rut
1 Samuel
2 Samuel
1 Reyes
2 Reyes
1 Crónicas
2 Crónicas
Esdras
Nehemías
Tobías
Judit
Ester
Job
Salmos
1 Macabeos
2 Macabeos
Proverbios
Eclesiastés (Qohelet)
Cantar
Sabiduría
Sirácides (Eclesiástico)
Isaías
Jeremías
Lamentaciones
Baruc
Ezequiel
Daniel
Oseas
Joel
Amós
Abdías
Jonás
Miqueas
Nahún
Habacuc
Sofonías
Ageo
Zacarías
Malaquías
Evangelio según San Mateo
Evangelio según San Marcos
Evangelio según San Lucas
Evangelio según San Juan
Hecho de los Apóstoles
Carta a los Romanos
1 Carta a los Corintios
2 Carta a los Corintios
Carta a los Gálatas
Carta a los Efesios
Carta a los Filipenses
Carta a los Colosenses
1 Carta a los Tesalonicenses
2 Carta a los Tesalonicenses
1 Carta a Timoteo
2 Carta a Timoteo
Carta a Tito
Carta a Filemon
Carta a los Hebreos
Carta de Santiago
1 Carta de Pedro
2 Carta de Pedro
1 Carta de Juan
2 Carta de Juan
3 Carta de Juan
Carta de Judas
Apocalipsis
Chapter
Verse
Go
Prev
Bible Latinoamericana Spanish
Next
Proverbios : 8
Track Name
00:00
00:00
Chapters
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
¿Quién llama? ¿No es la Sabiduría? ¿Esa voz, no es la Inteligencia?
Se detuvo en las alturas, al borde del camino, en el cruce de las carreteras.
Miren cómo llama a las puertas de la ciudad, en las entradas más frecuentadas:
"¡A Ustedes, humanos, me dirijo, lanzo un llamado a los hijos de los hombres!
¡Aprendan a juzgar, ustedes que no saben, y sean más reflexivos, ustedes que no piensan!
Escúchenme, les diré lo esencial, nada sale de mis labios que no sea exacto.
De mi boca brota la verdad, porque aborrezco los discursos hipócritas.
Todas mis palabras son sinceras, ni una sola es dudosa o falsa.
Todas son exactas: un espíritu abierto se da cuenta, son justas: eso se ve con un poco de saber.
Aprópiense de mi disciplina antes que del dinero, elijan la ciencia y no el oro fino.
La sabiduría es más útil que las perlas, qué tesoro podría igualársele?
Yo, la Sabiduría, vivo junto con el arte de juzgar, la acción reflexiva me tiene entre sus amigas.
(Aborrecer el mal es temer a Yavé). Aborrezco el orgullo y la arrogancia, los caminos que conducen al mal y la hipocresía.
Mío es el buen sentido, y mío el saber práctico, mía la inteligencia y también el poder.
Por mí reinan los reyes y sus ministros deciden con justicia.
Gracias a mí se mantienen los príncipes, los grandes, y los que gobiernan la tierra.
Amo a los que me aman, los que me buscan me encuentran.
Junto conmigo encuentran honor y riqueza, fortuna perdurable y prosperidad.
Mis frutos son mejores que el oro fino, lo que yo aporto vale más que la plata.
Voy por un camino de rectitud, de donde salen a todas partes senderos de justicia;
voy colmando de bienes a los que me aman, y dejando llenas sus bodegas.
Yavé me creó -fue el inicio de su obra- antes de todas las criaturas, desde siempre.
Antes de los siglos fui formada, desde el comienzo, mucho antes que la tierra.
Aún no existían los océanos cuando yo nací, no había fuente alguna de donde brotaran los mares.
Las montañas no habían aparecido, ni tampoco había colinas cuando fui dada a luz.
Yavé no había hecho ni la tierra ni el campo, ni siquiera el primitivo polvo del mundo.
Yo ya estaba allí cuando puso los cielos en su lugar, cuando trazó en el océano el círculo de los continentes,
cuando formó las nubes en las alturas, y reguló en el fondo de los mares el caudal de sus aguas,
cuando le impuso sus fronteras al mar, un límite que no franquearían sus olas. Cuando ponía los cimientos de la tierra,
yo estaba a su lado poniendo la armonía. Día tras día encontraba en eso mis delicias y continuamente jugaba en su presencia.
Me entretengo con este mundo, con la tierra que ha hecho, y mi gusto más grande es estar con los humanos.
Pues bien, hijos míos, oíganme. ¡Felices los que siguen mis caminos!
¡Acepten mi enseñanza y sean sabios, no la menosprecien!
Feliz el que me escucha, que aguarda cada día junto a mi puerta y permanece a la espera, en el umbral.
Porque el que me encuentra ha encontrado la vida, sobre él vendrán los favores de Yavé;
pero el que me ofende atenta contra su vida, todos los que me odian eligieron la muerte".
×
×
Save
Close