Behold, what manner of love the Father hath bestowed upon us, that we should be called the sons of God: therefore the world knoweth us not, because it knew him not.
Estas son las palabras de Agur, hijo de Yaqué, originario de Massa.Estas son las sentencias de ese hombre: ¡Me cansé, oh Dios, me cansé y me agoté, oh Dios mío!
Soy más estúpido que cualquiera y me falló el sentido común:
¡sí, yo que no aprendí la sabiduría, pensé conocer la ciencia del Santo!
¿Quién subió al cielo y volvió? ¿Quién encerró al viento en su puño? ¿Quién juntó las aguas en su manto? ¿Quién les puso límites a las extremidades del mundo? ¿Me puedes decir su nombre y él de su hijo?
Las palabras de Dios pasan cualquier prueba, son un escudo para los que confían en él.
No agregues nada a sus palabras: te reprendería y te demostraría que mientes.
¡Dos cosas te pido, Dios mío, no me las niegues hasta el día de mi muerte:
aleja de mí la falsedad y la mentira, no me des ni pobreza ni riqueza. Dame sólo mi ración de pan.
Porque con la abundancia podría dejarte y decir: "¿Pero, quién es Yavé?" Y en la miseria podría ponerme a robar: lo que sería deshonrar el nombre de mi Dios!
No acuses a un sirviente ante su patrón: si te maldijera, lo tendrías bien merecido.
¡Hay personas que maldicen a su padre y no bendicen a su madre,
personas que se consideran puras, pero que no han lavado sus suciedades,
personas cuyos ojos son despreciativos y de mirada soberbia,
personas con dientes como espadas y colmillos como cuchillos, que devoran a los humildes del país y a los pobres del pueblo!
La sanguijuela tiene dos hijas, que se llaman "¡Dame! y ¡Dame!"Hay tres que nunca tienen bastante, y cuatro que nunca dicen: "¡Es suficiente!":
la morada de los muertos, la mujer estéril, la tierra que carece de agua, y el fuego que nunca dice: "¡Basta!".
A los ojos que desafían a su padre y se niegan a obedecer a su madre, los cuervos del torrente los arrancarán, los aguiluchos los devorarán.
Hay tres cosas que me superan y cuatro que no puedo conocer:
¿por dónde pasó el aguila en el cielo, y la serpiente por la roca, y el barco en alta mar? ¿Y cómo pasó el hombre por la mujer?
Mira cómo actúa la mujer adúltera: comió y luego se limpió la boca: "¡No hice nada malo!"
Hay tres cosas que hacen temblar la tierra, cuatro que no puedo soportar:
el esclavo que llega a ser rey, el loco que come todo lo que le gusta, la joven aborrecible que encuentra marido, la sirvienta que suplanta a su patrona.
Hay cuatro seres minúsculos en la tierra, pero que superan a todos los demás en sabiduría: las hormigas son un pueblo insignificante, pero juntan sus provisiones en el verano;
las marmotas son indefensas, pero hallan su refugio en medio de las rocas;
las langostas no tienen rey, pero saben avanzar en disciplinados escuadrones, y por último el lagarto: uno lo toma con la mano, pero lo encuentras en el palacio de los reyes.
Hay tres que tienen un hermoso aspecto, cuatro cuyo caminar es bello:
el león, el más valiente de los animales, que no retrocede ante nada;
el gallo, que se yergue orgulloso, y también el chivo; y además el rey, al frente de su ejército.
Si has sido bastante torpe como para enojarte, repréndete a ti mismo, y ponte la mano en la boca.
Porque batiéndola a golpes la nata se vuelve mantequilla, un golpe en la nariz hace estallar la sangre, y un golpe de ira provoca las peleas.