BibleAll
Home
Bible
Parallel Reading
About
Contact
Login
Verse of the Day
Be not deceived: evil communications corrupt good manners.
1 Corinthians: 15:33
King James Versions
Tamil Bible
Alkitab Bible
American Standard Version
Bible Latinoamericana Spanish
Biblia Ave Maria
Biblia Cornilescu Română
Biblia Cristiana en Espaคol
Bกblia da Mulher Catขlica
Elberfelder Bible
Hebrew Bible (Tanakh)
Hindi Bible
Holy Bible in Arabic
Holy Bible KJV Apocrypha
Italian Riveduta Bible
La Bible Palore Vivante
La Bible Darby Francis
La Biblia Moderna en Espaคol
La Biblia NTV en Espaคol
Magandang Balita Biblia libre
Malayalam Bible
Marathi Bible
Tagalog Bible
Telugu Bible
The Holy Bible in Spanish
The Holy Bible RSV
The Vietnamese Bible
Urdu Bible
Zulu Bible Offline
Библия. Синодальный перевод
Punjabi Bible
Korean Bible
Select Book Name
Génesis
Exodo
Levítico
Números
Deuteronomio
Josué
Rut
1 Samuel
2 Samuel
1 Reyes
2 Reyes
1 Crónicas
2 Crónicas
Esdras
Nehemías
Tobías
Judit
Ester
Job
Salmos
1 Macabeos
2 Macabeos
Proverbios
Eclesiastés (Qohelet)
Cantar
Sabiduría
Sirácides (Eclesiástico)
Isaías
Jeremías
Lamentaciones
Baruc
Ezequiel
Daniel
Oseas
Joel
Amós
Abdías
Jonás
Miqueas
Nahún
Habacuc
Sofonías
Ageo
Zacarías
Malaquías
Evangelio según San Mateo
Evangelio según San Marcos
Evangelio según San Lucas
Evangelio según San Juan
Hecho de los Apóstoles
Carta a los Romanos
1 Carta a los Corintios
2 Carta a los Corintios
Carta a los Gálatas
Carta a los Efesios
Carta a los Filipenses
Carta a los Colosenses
1 Carta a los Tesalonicenses
2 Carta a los Tesalonicenses
1 Carta a Timoteo
2 Carta a Timoteo
Carta a Tito
Carta a Filemon
Carta a los Hebreos
Carta de Santiago
1 Carta de Pedro
2 Carta de Pedro
1 Carta de Juan
2 Carta de Juan
3 Carta de Juan
Carta de Judas
Apocalipsis
Chapter
Verse
Go
Prev
Bible Latinoamericana Spanish
Next
Job : 21
Track Name
00:00
00:00
Chapters
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
Job tomó la palabra y dijo:
«Escuchen, escuchen mis razones, esto sería mejor que consolarme.
Déjenme hablar, y cuando haya terminado, podrán burlarse.
¿Acaso pleiteo contra un hombre? Entonces, ¿cómo no me pondría nervioso?
Préstenme atención y quedarán espantados y se pondrán la mano en la boca,
que yo mismo, al recordar estos hechos, me horrorizo y me dan escalofríos.
¿Por qué siguen viviendo los malvados, prolongan sus días y se van haciendo fuertes?
Su familia a su lado va aumentando y sus vástagos crecen ante su vista.
Nada perturba la paz de sus hogares, la vara de Dios no cae sobre ellos.
Sus toros cubren y fecundan y sus vacas paren y no abortan.
Dejan correr a sus niños como ovejas; sus hijos brincan de contento.
Cantan al son del arpa y de la cítara, al son de la flauta se divierten.
Acaban sus días tranquilamente y descienden en paz al lugar de los muertos.
Y éstos eran los que decían a Dios: «¡Apártate! no queremos conocer tus caminos.
¿Por qué habría que servir al Todopoderosos y qué ganamos si le suplicamos?»
Y tienen a su alcance la felicidad, sin que Dios esté presente en sus proyectos.
¿Será verdad que se apaga la lámpara de los malvados y cae sobre ellos la desgracia y que Dios, en su ira, los destruye?
¿Los vemos acaso como paja ante el viento, como pelusa que arrebata un torbellino?
No basta que Dios lo castigue en sus hijos. ¡Que lo castigue en su propia persona, para que aprenda!
Que vea su ruina con sus propios ojos,que beba la cólera del Todopoderoso.
¿Qué le importa su familia después de él, cuando ese haya cumplido el número de sus meses?
Pero, ¿a Dios le van a dar lecciones, a él, que juzga a los seres del cielo?
Hay quien muere en lo mejor de su vida, cuando vivía feliz y tranquilo,
con los costadoos bien regordetes y los huesos repletos de sustancia.
Y hay quien muere con amargura en el alma, sin haber gustado nunca la felicidad.
Juntos, luego, se acuestan en el polvo y los cubren los gusanos.
Yo conozco sus razones y sé lo que ustedes piensan de mí.
Dicen: ¿dónde está la casa del poderoso y dónde la tienda que habitaban los malvados?
Pero, ¿no han preguntado a los que viajan? ¿No saben lo que dejaron escrito?
Que de la desgracia el malo es preservado, y no lo alcanza el día de la cólera.
¿Quién le echa en cara su conducta y le da su merecido?
Cuando lo llevan al cementerio, su estatua mira sobre la tumba,
los terrones del valle le son suaves la gente va desfilando ante él, y lo sigue un pueblo innumerable.
¿Para qué, pues, me dan vanos consuelos? ¡Pura falsedad lo que me contestan!»
×
×
Save
Close