HabÃa en el paÃs de Us un hombre llamado Job; era un varón perfecto que temÃa a Dios y se alejaba del mal.
Tuvo siete hijos y tres hijas.
TenÃa muchos servidores y poseÃa siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes y quinientas burras. Este hombre era el más famoso entre todos los hijos de oriente.
Una vez terminados los dÃas de esos banquetes, Job los mandaba a llamar para purificarlos; se levantaba muy temprano y ofrecÃa sacrificios por cada uno de ellos, pues decÃa: «Puede que mis hijos hayan pecado y ofendido a Dios en su corazón.» Asà hacÃa Job.
Aún no terminaba de hablar, cuando entró un tercero, diciendo: «Los caldeos, divididos en tres grupos, se lanzaron sobre tus camellos, se los llevaron, dieron muerte a espada a tus mozos y sólo yo he escapado para anunciártelo.»