BibleAll
Home
Bible
Parallel Reading
About
Contact
Login
Verse of the Day
I love the LORD, because he hath heard my voice and my supplications.
Psalm: 116:1
King James Versions
Tamil Bible
Alkitab Bible
American Standard Version
Bible Latinoamericana Spanish
Biblia Ave Maria
Biblia Cornilescu Română
Biblia Cristiana en Espaคol
Bà¸blia da Mulher Catขlica
Elberfelder Bible
Hebrew Bible (Tanakh)
Hindi Bible
Holy Bible in Arabic
Holy Bible KJV Apocrypha
Italian Riveduta Bible
La Bible Palore Vivante
La Bible Darby Francis
La Biblia Moderna en Espaคol
La Biblia NTV en Espaคol
Magandang Balita Biblia libre
Malayalam Bible
Marathi Bible
Tagalog Bible
Telugu Bible
The Holy Bible in Spanish
The Holy Bible RSV
The Vietnamese Bible
Urdu Bible
Zulu Bible Offline
БиблиÑ. Синодальный перевод
Punjabi Bible
Korean Bible
Select Book Name
Génesis
Exodo
LevÃtico
Números
Deuteronomio
Josué
Rut
1 Samuel
2 Samuel
1 Reyes
2 Reyes
1 Crónicas
2 Crónicas
Esdras
NehemÃas
TobÃas
Judit
Ester
Job
Salmos
1 Macabeos
2 Macabeos
Proverbios
Eclesiastés (Qohelet)
Cantar
SabidurÃa
Sirácides (Eclesiástico)
IsaÃas
JeremÃas
Lamentaciones
Baruc
Ezequiel
Daniel
Oseas
Joel
Amós
AbdÃas
Jonás
Miqueas
Nahún
Habacuc
SofonÃas
Ageo
ZacarÃas
MalaquÃas
Evangelio según San Mateo
Evangelio según San Marcos
Evangelio según San Lucas
Evangelio según San Juan
Hecho de los Apóstoles
Carta a los Romanos
1 Carta a los Corintios
2 Carta a los Corintios
Carta a los Gálatas
Carta a los Efesios
Carta a los Filipenses
Carta a los Colosenses
1 Carta a los Tesalonicenses
2 Carta a los Tesalonicenses
1 Carta a Timoteo
2 Carta a Timoteo
Carta a Tito
Carta a Filemon
Carta a los Hebreos
Carta de Santiago
1 Carta de Pedro
2 Carta de Pedro
1 Carta de Juan
2 Carta de Juan
3 Carta de Juan
Carta de Judas
Apocalipsis
Chapter
Verse
Go
Prev
Bible Latinoamericana Spanish
Next
Exodo : 16
Track Name
00:00
00:00
Chapters
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
Los israelitas se marcharon de Elim y llegaron al desierto de Sin, entre Elim y el SinaÃ, el dÃa quince del segundo mes después de la salida de Egipto.
Toda la comunidad de los israelitas empezó a murmurar contra Moisés y Aarón en el desierto.
Les decÃan: «¡Ojalá Yavé nos hubiera hecho morir en Egipto! Allà nos sentábamos junto a las ollas de carne y comÃamos pan en abundancia. Ustedes, en cambio, nos han traÃdo a este desierto en que todo ese gentÃo morirá de hambre.»
Pero Yavé dijo a Moisés: «Ahora les hago llover pan del cielo; salga el pueblo y recoja lo que necesita para cada dÃa. Y yo voy a probar si se ajusta o no a mi enseñanza...
El dÃa sexto prepararán lo que les envÃe, y será el doble de la ración diaria.»
Entonces Moisés y Aarón dijeron a toda la gente de Israel: «Esta tarde ustedes reconocerán que Yavé es el que los ha sacado de Egipto,
y por la mañana sus ojos verán la Gloria de Yavé. Yavé ha escuchado cuando ustedes murmuraron contra él. Pues sus quejas no se dirigÃan a nosotros, ¿qué somos nosotros?
Esta tarde, Yavé les dará carne para que coman, y por la mañana, pan a saciedad. Esa es la manera como les contestará porque le han criticado a él y no a nosotros. Pues nosotros, ¿qué somos?»
Moisés dijo a Aarón: «Di a todos los hijos de Israel: Vengan, preséntense a Yavé, porque ha oÃdo las quejas de ustedes.»
Y mientras Aarón hablaba al pueblo, miraron hacia el desierto: la Gloria de Yavé se apareció en medio de la nube.
Yavé habló a Moisés diciendo:
«He oÃdo las quejas de mi pueblo. Diles: por la tarde comerán carne y por la mañana se saciarán de pan; asà sabrán que yo soy Yavé, el Dios de ustedes.»
Aquella misma tarde llegaron codornices, que cubrieron el campamento. Y, por la mañana, en torno al campamento, habÃa una capa de rocÃo.
Al evaporarse el rocÃo, apareció sobre el suelo del desierto una cosa menuda, como granos, parecida a la escarcha.
Cuando los israelitas vieron esto, se dijeron unos a otros: «Manha», o sea: «¿Qué es esto?» Pues no sabÃan lo que era. Y Moisés les dijo: «Este es el pan que Yavé les da para comer.
Yavé manda que cada uno recoja cuanto necesite para comer, alrededor de unos cinco litros por persona; y cada uno recogerá lo necesario para la gente de su tienda de campaña.»
Asà lo hicieron los israelitas. Unos recogieron mucho y otros menos.
Pero cuando lo midieron con el medio decálitro, ni los que recogieron mucho tenÃan más, ni los que recogieron poco tenÃan menos: cada uno tenÃa su ración.
Moisés les dijo: «Que nadie guarde nada para mañana.»
Algunos no le hicieron caso, sino que guardaron para el dÃa siguiente. Pero se llenó de gusanos y se pudrió. Moisés se enojó con ellos.
Cada cual recogÃa dÃa tras dÃa lo que necesitaba para el dÃa, y luego, al calentar el sol se derretÃa lo que quedaba.
El dÃa sexto, cada uno recogió doble ración: dos medio-decálitros por persona. Todos los jefes de la comunidad fueron a decÃrselo a Moisés.
El les dijo: «Esto es lo que tiene ordenado Yavé: Mañana es dÃa sábado, un descanso sagrado que le es dedicado. Hagan hoy todo lo que tengan que hacer, cuezan lo que haya que cocer, hiervan lo que han de hervir y guarden lo que sobre para el dÃa siguiente.»
Ellos guardaron el maná tal como Moisés lo habÃa mandado y el maná no se pudrió. Entonces Moisés les dijo:
«Esta será la comida para hoy. Hoy es el dÃa de descanso para Yavé y no encontrarán maná en el campo.
Durante seis dÃas saldrán a buscarlo, pero el séptimo dÃa, que es el descanso, no habrá.»
Cuando llegó el séptimo dÃa, algunos salieron a buscar maná, pero no hallaron nada. Por lo cual Yavé dijo a Moisés:
«¿Hasta cuándo se negarán a observar mis mandamientos y mi Ley?
Acuérdense de que Yavé les ha dado el sábado, y por esto el dÃa sexto les ha doblado la ración. Quédense cada uno en su casa y que nadie se mueva el dÃa séptimo.»
El pueblo, entonces, observó el descanso el dÃa séptimo.
La gente de Israel llamó a este alimento: maná. Era como la semilla del cilantro, blanco, y su gusto se parecÃa al de una torta de miel.
Moisés dijo: «Yavé ha dado esta orden: Guarden una medida de maná para sus descendientes, para que vean el alimento que les di de comer en el desierto cuando los hice salir de Egipto.»
Moisés dijo a Aarón: «Toma un tiesto y échale una medida de maná; la depositarás ante la presencia de Yavé y la conservarás para los descendientes de ustedes.»
Aarón, pues, llevó el vaso conforme Moisés se lo habÃa dicho, y lo depositó delante de las tablas de las Declaraciones divinas.
Los hijos de Israel comieron maná durante cuarenta años, hasta que llegaron a una tierra poblada;
comieron el maná hasta que llegaron a la tierra de Canaán.
×
×
Save
Close