Cubrirán toda la superficie del paÃs, de suerte que ya no se vea la tierra, y devorarán todo lo que a ustedes les queda, todo lo que no destrozó el granizo; y además roerán todos los árboles que tienen en el campo.
Llenarán tu casa, las de tus ministros y las de todo tu pueblo, en tal cantidad como no vieron tus padres ni los padres de tus padres, desde los más antiguos hasta el dÃa de hoy.» Dicho esto, volvió las espaldas y dejó a Faraón.
Los servidores de Faraón le dijeron: «¿Hasta cuándo va a ser nuestra ruina este hombre? Deja salir a esa gente para que ofrezcan sacrificios a su Dios. ¿No te das cuenta cómo está arruinado el paÃs?»
Invadieron Egipto y se desparramaron por todas las tierras en tal cantidad que nunca se habÃan visto tantas, ni jamás volverán a verse. Ocultaron la luz del sol y cubrieron todas las tierras;
devoraron toda la hierba del campo, y todos los frutos de los árboles que el granizo habÃa dejado fueron devorados; no quedó nada verde en todo Egipto, ni de los árboles, ni de la hierba del campo.
el cual hizo soplar un viento muy fuerte del mar, que arrastró todas las langostas hasta el mar Rojo. Ni una sola quedó en todo el territorio de Egipto.