Behold, what manner of love the Father hath bestowed upon us, that we should be called the sons of God: therefore the world knoweth us not, because it knew him not.
Mardoqueo vivía en el palacio con dos guardias del rey. Como entrase en sospechas de que algo tramaban, les siguió la pista y descubrió que pensaban asesinar al rey.
Se lo comunicó al rey; éste los hizo interrogar hasta que confesaron y los condenó a muerte.
El rey mandó que se tomara nota de este hecho para que no se olvidara.
Mardoqueo, por su parte, lo escribió también en un cuaderno.
El rey le confió después el puesto de ministro y le dio una serie de regalos.
Pero había un hombre que quería vengarse de Mardoqueo por el asunto de los dos guardias del rey; era un tal Amán, hijo de Hamedata, descendiente de Agag, favorito del rey.