Entonces avisaron a toda la región de Samaria, a Komá, Bet-Jorán, Belmain, Jericó, Joba, Esorá y el valle de Salem.
Ocuparon las alturas de las montañas, fortificaron los pueblos e hicieron provisiones para sostener la guerra, ya que habÃan terminado de segar sus campos.
Cubrieron el altar de saco, y todos a una voz pidieron al Dios de Israel que no permitiera arrebatar a sus hijos y esposas, destruir sus ciudades y profanar su Templo.