HacÃa doce años que Nabucodonosor, rey de Asiria, reinaba en la gran ciudad de NÃnive. Arfaxad, que en aquel tiempo reinaba sobre los medos, en Ecbátana,
rodeó esta ciudad con una muralla de piedras talladas de metro y medio de ancho y tres de largo. La muralla tenÃa treinta y cinco metros de alto y veinticinco de ancho.
Junto a las puertas levantó torres de cincuenta metros de alto y veinte de ancho en los cimientos.
Las puertas, de treinta y cinco metros de alto y veinte de ancho, permitÃan la salida de sus fuerzas y el desfile de la infanterÃa.
En aquellos dÃas, el rey Nabucodonosor declaró la guerra al rey Arfaxad en la gran llanura que está en Ragau.
Además, Nabucodonosor, rey de Asiria, mandó mensajeros a los habitantes de Persia y a todos los habitantes de Occidente: a los de Cilicia, Damasco, el LÃbano y el AntilÃbano, a todos los del litoral,
a las poblaciones del Carmelo, Galaad, alta Galilea, la gran llanura de Esdrelón,
Luego, Nabucodonosor volvió a NÃnive con sus soldados y con una inmensa multitud de gente armada que lo habÃa seguido. Durante ciento veinte dÃas descansaron allà y vivieron cómodamente.