Luego fui donde SemeÃas, hijo de DelaÃas, hijo de Metabeel, ya que no podÃa salir de su casa. El me dijo: «Reunámonos en la Casa de Dios, en el interior del santuario; y cerremos sus puertas, porque van a venir a matarte, y lo harán esta misma noche.»
Cuando nuestros enemigos y los pueblos vecinos lo supieron, tuvieron miedo y se acobardaron. Tuvieron que reconocer en eso la obra de Dios.
En este mismo tiempo varios judÃos destacados escribÃan y recibÃan cartas seguidas de TobÃas.
Pues TobÃas tenÃa muchos amigos en Judá porque era yerno de SecanÃas, hijo de Araj, y por estar casado su hijo Jojanán con la hija de Mesulam, hijo de BerequÃas.